Por las Fragas del Eume
(A Coruña – Galicia)
Diciembre 2006
En Galicia se llama fraga a las zonas de bosque espeso, a las cuales la luz siempre llega tamizada por los árboles. De esta forma, en su interior se conservan la humedad, la frescura, la temperatura casi constante, y sobre todo, la vida.
Cobran vida en la fraga miles de formas diferentes; cada una de ellas es una pieza imprescindible de un ecosistema tan frágil como pertinaz y longevo. Por este motivo, desde siempre se han encontrado estos lugares proclives a la magia y al misterio, a la meditación y a las leyendas.
Las Fragas do Eume son un lugar magnífico. Son las fragas costeras mejor conservadas de Europa y uno de los escasísimos bosques de su tipo en el continente. En 1997 fueron declaradas Parque Natural Fragas do Eume por el Gobierno Autónomo.
Este parque se extiende por 9.125 hectáreas de laderas y montes que acompañan al rio Eume (84 km. de largo) a su paso por la provincia de A Coruña. Todo su territorio se encuadra en la comarca del Eume, que limita al norte con las tierras de Ferrol y al sur con las Mariñas Coruñesas. Es un espacio protegido pero visitable, que merece ser recorrido y admirado en cualquier época del año. Los amantes de la fotografía de naturaleza encontraran en él un lugar idóneo para practicar su afición.
Sus laderas casi verticales están cubiertas de robles, avellanos, sauces, abedules, acebos, castaños y eucaliptos. En las tierras más cercanas al río crecen bosques de ribera con chopos y alisos, que esconden auténticos tesoros de helechos y musgos, específicos del parque, y también dos raras especies de narcisos. Y aunque la flora es la joya de las Fragas, también albergan numerosas especies animales. Se dejan ver nutrias, gatos monteses, lobos, tejones, jabalíes, pequeños anfibios y reptiles y diversas aves.
En el corazón de las Fragas se alza, sobre un privilegiado promontorio, el monasterio de San Xoan de Caaveiro. Desde su emplazamiento, situado entre las confluencias de los ríos Eume y Senin, se avista una panorámica sin igual.
Sobre restos de un antiguo cenobio, San Rosendo fundó el monasterio en el siglo X. Los benedictinos lo ocuparon durante unos dos siglos, pasando después a los Canónigos Regulares de San Agustín con carácter de Real Colegiata, que conservó hasta finales del siglo XVIII. Los restos más antiguos son del siglo XII, destacando la iglesia: ésta se levanta sobre un montículo muy escarpado que obligó a sus constructores a salvar los desniveles del terreno por medio de altos muros con contrafuertes y estancias subterráneas. Del templo románico se conserva en buen estado la cabecera y una buena parte de la nave. Queda también en pie un hermosos campanario barroco del siglo XVIII.
En 1971, el monasterio fue declarado conjunto histórico-artístico y en 1975, monumento de interés provincial. Actualmente se encuentra en fase de restauración. Las visitas al monasterio se hacen con guía. Se puede solicitar información en la Oficina de Turismo de Pontedeume. Telf.981.430.270. Es recomendable degustar los platos de la cocina gallega en alguna de las «Cantinas do Eume»
En mi Galeria de Fotos podréis ver más fotografías de las Fragas.
Obtendréis más información en las muchas webs que hablan de las Fragas del Eume y del Monasterio de Caaveiro, en Wikipedia, en la Enciclopedia Gallega, en el libro de Hipólito de Sa Bravo: El Monacato en Galicia y en la mencionada Oficina de Turismo de Pontedeume