
El Monasterio de Sant Cugat está ubicado en la población de Sant Cugat del Vallés, en la provincia de Barcelona, Cataluña. Fue construido entre los siglos IX y XIV. La fecha del inicio de la construcción es incierta, pero se estima que fue alrededor del año 878 d.C.
El estilo arquitectónico es principalmente románico, aunque ha tenido renovaciones a lo largo de su historia. Inicialmente el monasterio estaba habitado por monjes benedictinos, pero a lo largo de los siglos, ha pasado por diversas etapas y reformas que han afectado la comunidad religiosa que lo ocupaba.
El monasterio desempeñó un papel principal en la defensa y la cristianización de la zona frente a la ocupación musulmana. Fue el más importante en el Condado de Barcelona.
En el siglo XIX, el monasterio sufrió los efectos de la desamortización, un proceso que llevó al cierre y a la pérdida de gran parte de sus tierras y propiedades.
Claustro Románico

La construcción del Claustro dio comienzo en el siglo XI para definir su perímetro, que alcanza una longitud de 30 metros por cada lado. Durante los siglos XII y XIII finalizó su estado actual, dejando para la posteridad una de las joyas del románico europeo. Consta de planta baja y primer piso. Este último, de estilo renacentista, fue construido en la segunda mitad del siglo XVI. En el jardín se pueden observar los restos de la capilla paleocristiana del siglo V y el lugar donde dice la tradición que fue enterrado Sant Cugat



En el Claustro pueden contarse 18 columnas en cada galería con 144 capiteles en total






















La actual iglesia monacal fue erigida bajo los criterios del románico sobre los restos de una construcción anterior aproximadamente a mediados del siglo XII y acabada en el siglo XIV ya de estilo gótico.


La construcción del espectacular rosetón terminó en 1337 pero en 1428 un terremoto movió algunas piezas. Los actuales vidrios no son los originales de la época medieval, se restauraron y repusieron en 1979 manteniendo un aspecto parecido a los primeros.

Capilla de la Piedad

Capilla de San Benito

Además de su valor histórico y artístico, el monasterio sigue siendo un lugar de culto y es utilizado para eventos culturales y conciertos. El Monasterio de Sant Cugat es un testimonio tangible de la historia de Cataluña y ofrece a los visitantes una experiencia única al explorar su arquitectura, arte y conexiones con el pasado medieval de la región.
No pierdas la oportunidad de visitarlo.








































































