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Monestir de Sant Pere de Casserres
(Les Masies de Roda – Barcelona)
El monasterio de Sant Pere de Casserres es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura románica catalana.
Sant Pere de Casserres es el único monasterio de orden benedictino en la comarca de Osona.
Fue erigido bajo el patronazgo de la familia vizcondal osonense, cuando en el año 1006 la vizcondesa Ermetruit adquirió el dominio de Casserres con la intención de construir allí un monasterio dedicado a San Pedro.
La primera comunidad monástica se formó a partir del año 1012 y nunca llegó a superar las 12 ó 13 personas. En 1079 pasó a depender de la Abadía de Cluny de la que se convirtió en priorato.
El claustro fue construido en la segunda mitad del siglo XI, con soportales con una ilera de columnas y columnas también en los ángulos. Los capiteles muestran ornamentos vegetales y geométricos.
La iglesia es de planta cuadrangular con tres naves separadas por dos pilares cruciformes que soportan los arcos torales.
Los muros estaban decorados con pinturas de las que aún se pueden apreciar algunos fragmentos. Una maqueta muestra su estado original.
Por su relevancia arquitectónica e histórica es considerado como una de las más valoradas joyas del románico catalán. Está situado en uno de los meandros del río Ter, a las puertas del pantano de Sau, en un entorno espectacular por sus vistas.
Documentación: Web del Consell Comarcal d’Osona, folleto editado por el Consell Comarcal d’Osona. Página web de la Diputación de Barcelona.
Monasterio de Sant Jeroni de la Murtra
(Badalona – Barcelona)
Real Abadía de Samos
(Lugo – Galicia)
El Monasterio de San Julián de Samos se halla enclavado en el pueblo de Samos, en la provincia de Lugo, en el tramo de O Cebreiro a Sarria del Camino Francés a Santiago de Compostela.
Hasta la reconquista por el rey Fruela I de Asturias (756-768) estuvo abandonado debido a la invasión musulmana en 714. A la muerte de Fruela I, su viuda y su hijo Alfonso hallaron asilo en el monasterio. En él se crió el futuro rey Alfonso II de Asturias, el Casto.
Guía Breve de la Real Abadía de Samos, Carolina Casal Chico.
El Monacato en Galicia, Hipólito de Sa Bravo.
Gran Enciclopedia Gallega, Silverio Cañada, editor.
Monasterio de San Xoan de Caaveiro
(Fragas do Eume – A Coruña – Galicia)
Diciembre 2008
Situado en medio del impresionante Parque Nacional de las Fragas do Eume, construido sobre un promontorio entre los rocosos y agrestes parajes que encuadra el paso de los ríos Eume y Sesín, se encuentra el monasterio de San Xoan de Caaveiro.
Varios estudiosos atribuyen su fundación a San Rosendo, que erigió un antiguo cenobio para reunir a un grupo de ermitaños que vivían en aquel apartado lugar llevando una vida de penitencia.
Según Hipólito de Sa Bravo, refuerza la tradición un documento o carta fundacional en el que se describe la donación que San Rosendo, junto con el obispo Don Ero, los abades Rodrigo y Anagildo y el clérigo Sisualdo, hicieron al monasterio por el total de haciendas, libros, enseres y ganados que fueron entregados a los monjes que entonces vivían en Caaveiro el 15 de marzo de 936.
Una de las primeras donaciones que tuvo mayor divulgación y que ayudó a consolidar las ideas de San Rosendo fue la de Bermudo, rey de Galicia, en el año 934. El monasterio acrecentó sus dominios y su patrimonio merced a las dádivas y privilegios reales, alcanzando una notable autoridad jurisdiccional sobre varios territorios de la comarca, lo que evidencia la importancia que logró este monasterio.
Durante la Edad Media sufrió injerencias y ataques de los señores de la casa de Andrade, que en distintas ocasiones se apoderaron de bienes pertenecientes al monasterio.
Aunque al principio formaba parte de la Orden de San Benito, se convirtió en Colegiata de canónigos regulares de San Agustín en el siglo XII. Su existencia se prolongó hasta finales del siglo XVII, que fue abandonado. La Colegiata se suprimió en 1800
Con la desamortización, todas las posesiones de la comunidad fueron vendidas por el Estado a particulares. Las reliquias de San Rosendo se trasladaron a Santiago, algunos objetos religiosos, como imágenes o las campanas de la torre de la iglesia, fueron distribuidos en las iglesias de As Neves y Soaserra.
Don Pío García Espinosa restauró la iglesia en el año 1896 bajo la dirección de Antonio López Ferreiro, sacerdote compostelano, aunque el conjunto pronto volvió a encontrarse en ruinas.
La iglesia actual es románica, de finales del siglo XII. Consiste en una pequeña nave rectangular, con un ábside muy grande en proporción, compuesta de un tramo recto y otro semicircular. Resulta impresionante su situación sobre un promontorio, con un gran terreno de forma alargada a la entrada. La imagen que ofrece el monasterio está formada por una escalinata que da acceso a un arco de entrada sobre el que se levanta la gran torre barroca de las campanas, del siglo XVIII, con el ábside románico de la iglesia a la derecha. El tamaño del ábside queda potenciado por la base sobre la que se levanta para salvar el desnivel.
Un camino que sale de la parte derecha del monasterio, justo después de pasar la casa de los canónigos, desciende hasta las ruinas del antiguo molino del monasterio. Un lugar interesante para ver y fotografiar.
El conjunto fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1975 por su importancia arquitectónica.
Ha sido recientemente restaurado por la Diputación Provincial y puede ser visitado en los horarios que encontraréis en el link
http://www.concellodacapela.es/espanol/turismo_caaveiro2.htm
Bibliografía: El Monacato en Galicia de Hipólito de Sa Bravo; Gran Enciclopedia Gallega; Arteguías.com; Turgalicia.es
Monasterio de Monfero
(A Coruña – Galicia)
Julio 2008
La primera vez que visité este monasterio fue hace más de 30 años. Me impresionó ver el estado de deterioro en el que se encontraba. Solamente la iglesia parecía merecer un poco de atención. Desde entonces he vuelto a Monfero en varias ocasiones. Me sigue admirando su dimensión y trato de visualizar cómo era la vida de sus gentes en aquella época. Monfero se encuentra en la comarca de Pontedeume (A Coruña), entre los valles del Eume y del Lambre.
Un primitivo eremitorio dio origen al monasterio allá por el siglo X. Este primer cenobio fue favorecido por el Rey de Galicia, Bermudo II, procurándole propiedades que rodeaban la zona donde se hallaba. Las invasiones normandas acabaron por destruirlo.
Algunas fuentes dicen que la reconstrucción se inició en 1124 y otras en 1135 merced a la iniciativa de los nobles caballeros don Pedro Osorio y don Alonso Bermúdez con bienes aportados por el rey Alfonso VII. Este rey les concedió bienes provenientes de confiscaciones hechas a familiares de estos caballeros por haber dado muerte al mayordomo de la reina Doña Urraca.
En 1201, los monjes benedictinos que lo habitaban adoptaron la reforma del Cister, por lo que pasó a ser filial de Sobrado dos Monxes. El monasterio fue progresando y ampliando sus dominios gracias a los privilegios que le concedieron los reyes de Galicia y León, lo que terminó por motivar la codicia de los señores poderosos y los celos de las autoridades eclesiásticas que cometieron frecuentes abusos contra los monjes.
En 1506, al aplicarse los planes de reforma de los Reyes Católicos, el monasterio de Monfero se anexionó a la Congregación de Castilla de la Orden del Cister. Empezó entonces una etapa de prosperidad en todos los órdenes, aumentó considerablemente el número de monjes, que pasaron de 13 hasta 70 en ocasiones. Se iniciaron numerosas obras de ampliación y se construyó la iglesia actual no sin antes derribar la antigua, de estilo románico, bajo pretexto de que se hallaba en estado ruinoso.
En 1807 comenzó la reconstrucción de la iglesia, cuyo cimborrio resultó destruido por un rayo en 1803, aunque tuvo que interrumpirse a causa de la revolución francesa que afectó asimismo al resto del monasterio. Desde 1820 a 1823, los monjes se vieron obligados a dejar el monasterio. A su vuelta lo encontraron completamente desmantelado e inhóspito y tuvieron que enfrentarse de nuevo a la reconstrucción. Lamentablemente, en 1835, con la desamortización de Mendizábal, la soledad y el abandono acabaron con el monasterio, cuyos bienes fueron puestos en venta. El saqueo de los retablos, puertas y ventanas, enseres y libros de la biblioteca y del archivo fue total. Las piedras de los claustros se desmoronaron y las dependencias abandonadas.
Cuando se llaga al monasterio, lo primero que destaca es la fachada barroca de la iglesia. Construida entre 1622 y 1656, tiene una sola nave con planta de cruz latina de unos 65 metros de largo. Destaca por el ajedrezado de los sillares, entre los cuales alternan los de granito con los de pizarra. En el fondo del brazo norte del crucero se puede ver el retablo de la Virgen de la Cela, construido, según la inscripción, el año 1666. A esta virgen se le atribuyen infinidad de milagros.
Varios sepulcros merecen la atención. Todos ellos pertenecen a la familia de los Andrade.
El edificio del convento, que fue reconstruido en el siglo XVII y en el que se han intentado algunas restauraciones, se puede ver después de atravesar la puerta de entrada, un claustro renacentista en el que se aprecian algunos restos del primitivo monasterio románico. El segundo, más interesante, fue comenzado por Juan de Herrera a finales del siglo XVI, quien sólo realizó el primer piso; el resto se terminó en 1773. Aún hay un tercer claustro que estaba siendo restaurado cuando el edificio fue ocupado por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia.
En 1941 fue declarado Monumento Histórico Artístico. Actualmente se han realizado algunos trabajos de limpieza y restauración, sobre todo en las zonas cubiertas de maleza. La Xunta de Galicia va a transformar el Monasterio en un Hotel de cuatro estrellas con balneario. Otro más, aunque quizás sea la única manera de sacarlo de su abandono.
Bibliografía: Gran Enciclopedia Gallega; El Monacato en Galicia, Hipólito de Sa Bravo; Diversas webs.
SAN PEDRO DE ROCAS
(Ribeira Sacra – Ourense – Galicia)
Septiembre 2008
Según una lápida con inscripción que se guarda en el Museo Arqueológico de Ourense, el origen del Monasterio de San Pedro de Rocas, situado en plena Ribeira Sacra, es considerado el más antiguo de Galicia, se remonta al año 573, cuando un grupo de siete eremitas se instalaron en este lugar para retirarse a una vida de oración. Fue abandonado en el año 711 con la llegada de los árabes y re-descubierto en el siglo IX cuando, según una leyenda, el caballero Gemodus encontró las capillas excavadas en las rocas y el desierto monasterio envueltos en la maleza por donde se había internado persiguiendo una pieza de caza. Se retiró al lugar para entregarse a una vida de oración y penitencia. Algunos años más tarde, otros cazadores encontraron al austero penitente y decidieron unirse a él, creando una pequeña comunidad monástica bajo la autoridad de Gemodus, al que eligieron abad. Alfonso III, al conocer los hechos, les concedió privilegios y donaciones que fueron confirmadas por reyes posteriores.
Este valiosísimo conjunto ha sufrido múltiples incendios y derrumbes que casi le hacen desaparecer. En 1923 fue declarado Monumento Histórico Artístico.
Es un monasterio de gran valor antropológico más que estético, un conjunto primitivo, una muestra casi única de los primeros asentamientos eremitas en Galicia, un edificio excavado directamente en la roca natural.
La iglesia fue construida utilizando como uno de los muros el paramento de las tres capillas trogloditas. Arcos de medio punto, labrados en la misma roca, comunican las capillas con el resto de la iglesia, que se cree de finales del siglo XII o principios del XIII. El techo de la nave central presenta una abertura que llega hasta la cumbre de la montaña por la que entra la luz desde el exterior. Todavía se conservan los altares primitivos en forma de mesas. Se puede ver la reproducción de un Cristo románico y una pilastra central de altar pre-románico. En el muro de la capilla de la izquierda encontramos un hueco en el que se cree que estaba el sepulcro del caballero Gemodus. En él aparece una pintura mural datada entre 1175 y 1200 que muestra imágenes de los apóstoles y un mapamundi.
En el suelo hay varios sepulcros antropomórficos tallados en la roca, incluso alguno de reducido tamaño que debió de pertenecer a un niño pequeño. Los estudios afirman que en el interior del templo se enterraba a los nobles y a los abades y en el exterior a los personajes de menor categoría.
En el exterior, excavados en el suelo rocoso, se encuentran ocho sepulcros antropoides en lo que se supone fue el cementerio de los monjes. Llama la atención el campanario de espadaña, construido sobre una gran roca, de unos 19 metros de altura, con una escalinata tallada en la parte posterior a la que se accede a través de un gran arco excavado en la propia roca.
En los alrededores se encuentra la fuente de San Bieito, también excavada en la roca, cuya agua, según la tradición, tiene propiedades curativas.
(Fotografías actualizadas en Junio 2013)
San Pedro de Rocas se encuentra a 19 Kms. de Ourense por la carretera OU 536 Ourense – Ponferrada, tomando el desvío a la izquierda en el Km 17 en Tarreirigo, en el concello de Esgos.
Está abierto los días laborales de 11.00 a 13.00 y de 16.00 a 20.00 y los festivos de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. No obstante, confirmadlo por si hubiera habido modificación de horarios.
Bibliografía: El Monacato en Galicia, Hipólito de Sa Bravo; Guía da Ribeira Sacra, Editorial Galaxia; Gran Enciclopedia Gallega; Monasterios de España, Arteguías.com