claustro
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Monasterio de San Lorenzo de Carboeiro
(Pontevedra – Galicia)
El monasterio benedictino de San Lorenzo de Carboeiro se encuentra en un hermoso paraje a orillas del río Deza, en la provincia de Pontevedra (Galicia)
El Padre Antonio Yepes que vivió en el monasterio, escribe en 1615 en la Crónica de la Orden Benedictina al historiar el monasterio de Carboeiro:
“Fue San Lorenzo de Carbonario en tiempos abadía, edificada en la era 974 por el conde Don Gonzalo y por la condesa Doña Teresa, como consta por la carta de dotación, fecha la sobredicha era, que viene ser el año de Cristo 936. Está fundado este monasterio en tierra de Deza, ribera del río llamado también Deza, que es en el obispado de Lugo. En aquel lugar hubo antiguamente una ermita que poseyó un hombre llamado Egica, y alrededor tenía algunas granjerías; todas se las compró el conde Don Gonzalo y comenzó a fundar el monasterio de San Lorenzo”
Fue notable este monasterio, por su historia, sus riquezas y sus magníficos edificios. Una obra calificada como una de las más genuinas del románico gallego. Las obras de la iglesia actual comenzaron en el año 1171, durante el mandato del abad Fernando, según reza una inscripción existente en el interior.
Real Abadía de Samos
(Lugo – Galicia)
El Monasterio de San Julián de Samos se halla enclavado en el pueblo de Samos, en la provincia de Lugo, en el tramo de O Cebreiro a Sarria del Camino Francés a Santiago de Compostela.
Hasta la reconquista por el rey Fruela I de Asturias (756-768) estuvo abandonado debido a la invasión musulmana en 714. A la muerte de Fruela I, su viuda y su hijo Alfonso hallaron asilo en el monasterio. En él se crió el futuro rey Alfonso II de Asturias, el Casto.
Guía Breve de la Real Abadía de Samos, Carolina Casal Chico.
El Monacato en Galicia, Hipólito de Sa Bravo.
Gran Enciclopedia Gallega, Silverio Cañada, editor.
Santa María la Real de las Huelgas
(Burgos)
El monasterio de Santa María la Real de las Huelgas se halla situado en la ciudad de Burgos (España)
La fundación del monasterio en 1187 se debe a la disposición del monarca Alfonso VIII de Castilla (1156-1214) y de su esposa Doña Leonor de Inglaterra (1160-1214), ansiosos de convertir este lugar en Panteón de Reyes y digno retiro para mujeres de la realeza y de la alta aristocracia.
Desde el monasterio cisterciense de Santa María de la Caridad de Tulebras (Navarra) llegaron un grupo de monjas que iniciaron la comunidad de las Huelgas. Las dos primeras abadesas fueron la infanta de sangre real Sol y la infanta Constanza, hija de los reyes fundadores.
La abadesa de Las Huelgas llegó a disponer de una autonomía y poder tan elevados que sólo dependía del papa y estaba por encima de la curia episcopal. Ejercía su autoridad sobre un total de sesenta y cuatro villas, aldeas y lugares. El señorío jurídico tenía su propio fuero, cuyas leyes en el tema civil y criminal dirigía y vigilaba la abadesa. Podía nombrar alcaldes, y abadesas en los monasterios de su jurisdicción.
Durante la Edad Media se celebraban aquí ceremonias tan importantes como las de coronar reyes y armar caballeros. Fernando III el Santo, Eduardo I de Inglaterra. Alfonso XI de Castilla y de León, Pedro I de Castilla, Juan II entre otros.
Como es sabido se quería convertir el monasterio en Panteón de Reyes por lo que en toda la iglesia pueden verse muchos sepulcros de gran valor histórico. Destacan los del propio fundador y sus reinas consortes e infantes de sangre real.
Destacan también los sepulcros de don Sancho, hijo de Fernando III el Santo y arzobispo de Toledo; la tumba de Doña Blanca de Portugal y de Doña Berenguela (hija de los fundadores), así como el sepulcro de Don Fernando de la Cerda y de la infanta Leonor.
Estas sepulturas sufrieron un grave expolio en el Siglo XIX durante la ocupación de las tropas francesas de Napoleón. Muchas se han podido recuperar, pero no el ajuar que se conservaba junto al cadáver. Unicamente se salvó el de Don Fernando de la Cerda, cuyos ropajes intactos se guardan en el Museo de Telas Medievales de Burgos.
Claustros
Dos son los claustros que podemos observar, el claustro grande de San Fernando (Siglo XIII) de estilo gótico que se terminó durante el reinado de Fernando III el Santo y el pequeño o de las Claustrillas (Siglo XII) de estilo románico que las monjas utilizaron para su propio recreo y meditación al construirse el grande.
La Sala Capitular es una de las piezas más importantes del monasterio. En ella se puede apreciar como elemento más significativo el llamado Pendón de las Navas de Tolosa que se considera parte de la tienda de campaña del sultán Muhammad An Nasir, conocido por los cristianos como Miramamolin, derrotado por el rey Alfonso VIII en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
Por su valor histórico, arquitectónico y artístico Santa María la Real de Las Huelgas merece ser visitado en más de una ocasión.
Consultar días y horas de visita en: http://www.patrimonionacional.es/getdoc/3979f998-e17f-40b6-8a6f-5163a6a7b21c/Horario.aspx
Fotografías: Xoandi
Bibliografía: Wikipedia, Monasterios de España de Lunwerg Editores, Monasterios y conventos de la Provincia de Burgos de Ediciones Lancia. Guía de Santa María la Real de las Huelgas de María J. Herrero
Monasterio de Santa María de Carracedo
(Carracedelo – Bierzo – León)
Septiembre 2009
El Monasterio de Carracedo está emplazado en el municipio de Carracedelo, a orillas del río Cúa, en la llanura del Bierzo Bajo entre Ponferrada y Villafranca.
Fue fundado en el año 990 por el rey Bermudo II para auxiliar a los monjes que huían de los ataques de Almanzor, que devastaban lo monasterios de la meseta dejando a sus moradores desamparados y sin cobijo. El rey, de profundas raíces bercianas, les donó su propia finca con todas sus pertenencias en la villa de Carracedo, para que construyeran allí un nuevo monasterio, al que llamaron de San Salvador. El monarca ansiaba reposar algún día entre las paredes del nuevo monasterio, después de su muerte.
Bermudo II falleció en el año 999, y aunque murió en el Bierzo (Villabuena) no pudo ser enterrado en el monasterio por no haber estado terminada la iglesia que debería acogerlo. Sin embargo, algunos autores consideran que la sepultura de Bermudo II permaneció en Carracedo desde 999 hasta 1138 y que posteriormente fue trasladado a San Isidoro de León.
Con la muerte del rey y la desaparición de Almanzor, posiblemente muchos abades y monjes regresaron a sus monasterios anteriores, lo que supuso la decadencia de Carracedo. Ya en el siglo XII, la infanta doña Sancha lo mandó restaurar y lo cedió al abad Florencio y a los monjes del cercano monasterio de Santa María de Valverde, en Corullón.
A partir de entonces, Carracedo adquirió un enorme prestigio en todo el Norte de España, convirtiéndose en un auténtico poderío económico. Ejerció jurisdicción, además de sobre otros monasterios bercianos, en Galicia, Asturias y León.
Hacia 1203, la comunidad abandonó los hábitos benedictinos y tomó los de la Orden del Cister, pasando a llamarse Monasterio de Santa María de Carracedo. En el siglo XIV se inició una época de profunda crisis espiritual y económica en el Cister que provocó el decaimiento total del Monasterio de Carracedo.
Restableciéndose de nuevo en el siglo XVI el resplandor religiosos de Carracedo, el monasterio tuvo una gran influencia en las gentes del pueblo; los niños acudían a su escuela; los enfermos buscaban remedio a sus enfermedades en el hospital que los frailes cuidaban; y los pobres de la comarca eran recibidos para remediar las necesidades físicas del hambre.
En el siglo XIX, los monjes se dispersaron debido a la invasión napoleónica, pero sobre todo por la ley de desamortización de Mendizabal (1835). Fue entonces cuando la comunidad desapareció; se abandonó el cenobio y la mayor parte del edificio pasó a manos privadas, con el consiguiente y progresivo deterioro de las dependencias del monasterio, así como la desaparición de muchas obras de reconocido valor artístico.
En 1928 fue declarado Monumento Nacional, comenzando en la década de los sesenta las primeras restauraciones. En 1988, la Diputación Provincial de León, junto con el Obispado de Astorga, inició la restauración y consolidación del edificio.
Horario de visita:
Invierno: 1 noviembre – 31 marzo, de 10h a 14h y de 16h a 18h.
Verano: 1 abril – 31 octubre, de 10h a 14h y de 17h a 20h.
Bibliografía: El Monasterio de Carracedo: José Antonio Balboa de Paz; Documentos información del Instituto Leonés de Cultura y de la Diputación de León. Wikipedia.
Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil
(Ribeira Sacra – Ourense – Galicia)
Marzo 2009
Santa Cristina de Ribas de Sil está situado en la Ribeira Sacra en el municipio de Parada do Sil. En un lugar paradisíaco rodeado de un frondoso bosque de castaños centenarios. Hace ya tiempo que lo visitamos y mantengo en el recuerdo gratas sensaciones.
Pocas son las fuentes documentales que se tienen de este monasterio, pero según las mismas, podemos situar sus orígenes en el año 876, como resultado de la agrupación de varios ermitaños que habitaban en la zona.
Su patrimonio se expandió en el siglo XII, gracias a la merced y amparo de Alfonso VI y Alfonso VII, que le concedieron privilegios de coto, convirtiéndose en el centro de autoridad de su entorno hasta que, a principios del siglo XV perdió su categoría abacial y pasó a depender del monasterio de San Esteban de Ribas de Sil como priorato.
El primer edificio y la iglesia románica empezaron a construirse a finales del siglo XII prolongándose durante el XIII, por lo que pueden observarse algunos elementos de estilo gótico.
Del primitivo monasterio queda muy poco. Lo que ahora podemos ver corresponde a las obras del siglo XVI, cuando se anexionó al monasterio de San Esteban. De aquella época son las pinturas murales renacentistas que aparecieron al retirar el retablo del altar mayor de la iglesia.
Al claustro, del que quedan tan sólo dos alas, se accede a través de una preciosa puerta románica que merece la pena contemplar.
Es recomendable dar un paseo por los alrededores del monasterio. Pasaréis entre bosques de castaños, robles, abedules y sauces rodeados del frescor y el encanto del cañón del Sil, en un entorno que os hará sentir una profunda sensación de paz y tranquilidad.
Curioso también observar los variados objetos que los visitantes dejan en el tronco de un gran castaño que se encuentra a la derecha justo antes de llegar a la iglesia.
(Fotografías actualizadas en Junio 2013)
Para información:
Teléfono 988208010, Provincia: Ourense,.Comarca: Terra de Caldelas. Municipio:Parada do Sil. Parroquia: Cagide. Aldea: Sta. Cristina
Bibliografía: Gran Enciclopedia Gallega. El Monacato en Galicia: Hipólito de Sa Bravo. Guía da Ribeira Sacra: M. Vázquez Saavedra y C. Vázquez Pérez-Batallón (Editorial Galaxia) Galicia: C. Martínez Barbeito. Arteguias.com
Monasterio de Monfero
(A Coruña – Galicia)
Julio 2008
La primera vez que visité este monasterio fue hace más de 30 años. Me impresionó ver el estado de deterioro en el que se encontraba. Solamente la iglesia parecía merecer un poco de atención. Desde entonces he vuelto a Monfero en varias ocasiones. Me sigue admirando su dimensión y trato de visualizar cómo era la vida de sus gentes en aquella época. Monfero se encuentra en la comarca de Pontedeume (A Coruña), entre los valles del Eume y del Lambre.
Un primitivo eremitorio dio origen al monasterio allá por el siglo X. Este primer cenobio fue favorecido por el Rey de Galicia, Bermudo II, procurándole propiedades que rodeaban la zona donde se hallaba. Las invasiones normandas acabaron por destruirlo.
Algunas fuentes dicen que la reconstrucción se inició en 1124 y otras en 1135 merced a la iniciativa de los nobles caballeros don Pedro Osorio y don Alonso Bermúdez con bienes aportados por el rey Alfonso VII. Este rey les concedió bienes provenientes de confiscaciones hechas a familiares de estos caballeros por haber dado muerte al mayordomo de la reina Doña Urraca.
En 1201, los monjes benedictinos que lo habitaban adoptaron la reforma del Cister, por lo que pasó a ser filial de Sobrado dos Monxes. El monasterio fue progresando y ampliando sus dominios gracias a los privilegios que le concedieron los reyes de Galicia y León, lo que terminó por motivar la codicia de los señores poderosos y los celos de las autoridades eclesiásticas que cometieron frecuentes abusos contra los monjes.
En 1506, al aplicarse los planes de reforma de los Reyes Católicos, el monasterio de Monfero se anexionó a la Congregación de Castilla de la Orden del Cister. Empezó entonces una etapa de prosperidad en todos los órdenes, aumentó considerablemente el número de monjes, que pasaron de 13 hasta 70 en ocasiones. Se iniciaron numerosas obras de ampliación y se construyó la iglesia actual no sin antes derribar la antigua, de estilo románico, bajo pretexto de que se hallaba en estado ruinoso.
En 1807 comenzó la reconstrucción de la iglesia, cuyo cimborrio resultó destruido por un rayo en 1803, aunque tuvo que interrumpirse a causa de la revolución francesa que afectó asimismo al resto del monasterio. Desde 1820 a 1823, los monjes se vieron obligados a dejar el monasterio. A su vuelta lo encontraron completamente desmantelado e inhóspito y tuvieron que enfrentarse de nuevo a la reconstrucción. Lamentablemente, en 1835, con la desamortización de Mendizábal, la soledad y el abandono acabaron con el monasterio, cuyos bienes fueron puestos en venta. El saqueo de los retablos, puertas y ventanas, enseres y libros de la biblioteca y del archivo fue total. Las piedras de los claustros se desmoronaron y las dependencias abandonadas.
Cuando se llaga al monasterio, lo primero que destaca es la fachada barroca de la iglesia. Construida entre 1622 y 1656, tiene una sola nave con planta de cruz latina de unos 65 metros de largo. Destaca por el ajedrezado de los sillares, entre los cuales alternan los de granito con los de pizarra. En el fondo del brazo norte del crucero se puede ver el retablo de la Virgen de la Cela, construido, según la inscripción, el año 1666. A esta virgen se le atribuyen infinidad de milagros.
Varios sepulcros merecen la atención. Todos ellos pertenecen a la familia de los Andrade.
El edificio del convento, que fue reconstruido en el siglo XVII y en el que se han intentado algunas restauraciones, se puede ver después de atravesar la puerta de entrada, un claustro renacentista en el que se aprecian algunos restos del primitivo monasterio románico. El segundo, más interesante, fue comenzado por Juan de Herrera a finales del siglo XVI, quien sólo realizó el primer piso; el resto se terminó en 1773. Aún hay un tercer claustro que estaba siendo restaurado cuando el edificio fue ocupado por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia.
En 1941 fue declarado Monumento Histórico Artístico. Actualmente se han realizado algunos trabajos de limpieza y restauración, sobre todo en las zonas cubiertas de maleza. La Xunta de Galicia va a transformar el Monasterio en un Hotel de cuatro estrellas con balneario. Otro más, aunque quizás sea la única manera de sacarlo de su abandono.
Bibliografía: Gran Enciclopedia Gallega; El Monacato en Galicia, Hipólito de Sa Bravo; Diversas webs.
Monasterio de Santa María la Real de Oseira
(Ourense – Galicia)
Mayo 2008
El monasterio de Santa María la Real de Oseira, situado en la provincia de Ourense, en el Concello de San Cristovo de Cea, es considerado por algunos como «El Escorial Gallego». Fue el primer cenobio cisterciense construido en Galicia.
Fundado por benedictinos en 1137, se adhirió a la Orden del Cister pocos años más tarde. En los siglos XII y XIII se edificó el templo siguiendo el modelo de la catedral de Santiago con girola en la cabecera, nave central abovedada en cañón, sin triforio y con una decoración muy elemental con capiteles geometrizados.
En el centro del crucero se construyó a finales del siglo XIII una gran cúpula sobre nervios, apoyada en trompas, obra atribuida a un monje llamado Fernán Martinez. Las capillas de la girola sufrieron diversas reformas, conservándose sólo una románica.
Uno de los elementos más vistosos y sorprendentes es la Antigua Sala Capitular cuya construcción se inició probablemente en el siglo XV. La singularidad de esta sala se centra en las cuatro columnas centrales («Palmeras pétreas») de fustes estriados y retorcidos de los que arrancan haces de nervios entrelazados por terceletes rematando en una caprichosa y original bóveda.
El conjunto cuenta con tres claustros, el de los Pináculos (s. XVI), el Reglar o de los Medallones (s. XVIII) y el de los Caballeros (s. XVII). El calustro Regular o procesional destaca por las efigies situadas en las arquerías y que representan rostros de personajes históricos.
Un trágico incendio asoló el monasterio el 29 de agosto de 1551. Posteriormente se inició una larga restauración que se mantuvo a lo largo de los siglos XVII y XVIII, en la que se levantó el coro a los pies del templo, los claustros y la nueva fachada barroca de la iglesia con las dos torres campanario.
Con la exclaustración provocada por la Desmortización de Mendizábal en el siglo XIX, el conjunto monástico fue abandonado y con ello comenzó una progresiva ruina de su arquitectura y el expolio de sus obras de arte, libros de la biblioteca, muebles y enseres.
En el siglo XX volvieron los monjes a Oseira y bajo su propia dirección se emprendió una colosal y exitosa labor de recuperación y reconstrucción que permitió recobrar el brillo del que fuera y es uno de los más famosos ejemplos de la arquitectura religiosa española.
Por su modélica restauración, en 1990 se les concedió el premio «Europa Nostra», federación europea de asociaciones dedicadas a la conservación del patrimonio arquitectónico y natural.
La Abadía mantiene abierta durante todo el año una hospedería para hombres y mujeres. Telf. 988.28.20.04
Bibliografía: El Monacato en Galicia,Hipólito de Sa Bravo — Gran Enciclopedia Gallega — Guía del Monasterio: M.A.González y Fray D.Yañez — Arteguías.com
Por las tierras del Románico
(Palencia – Castilla )
Septiembre 2006
En mis viajes hasta Galicia acostumbro a descansar en una zona de Palencia que alberga, entre otras cosas interesantes, un buen número de monumentos románicos.
Una de las poblaciones de interés es Carrión de los Condes que fue en su día uno de los enclaves más destacados del Camino de Santiago palentino y ciudad determinante de la meseta norte en los siglos románicos. Prueba de ello son sus dos iglesias. La iglesia de Santa María del Camino, románica del siglo XII y la iglesia de Santiago. En la iglesia de Santa María destaca la portada meridional con una significativa iconografía. Se cree que su construcción se inició hacia 1130. En aquella época Carrión de los Condes servía como corte constante para Alfonso VI.
En el mismo edificio y formando parte del Hotel se encuentra el Restaurante Las Vigas que ofrece la tradicional cocina castellana con productos de la propia huerta del Monasterio.
Villalcázar de Sirga, también conocida por Villasirga, es un pequeño pueblo con una iglesia catedralicia. Aquí la historia recuerda a los Templarios, la literatura a las Cantigas de Alfonso X “El Sabio�? y el arte se hace transición entre el románico y el gótico. Sorprende la monumentalidad de la iglesia gótica de Santa María. Construida en el siglo XIII. Vale la pena observar el pórtico, un tanto alejado del formato típico. Cubierto por una ojiva, tiene numerosas arquivoltas adornadas y en su parte superior, un doble friso con el Pantocrátor presidiendo. En las naves del interior se guarda la milagrosa Virgen Blanca de las “Cantigas�? de Alfonso X:
«Romeus que de Santiago Ya fóron-lle contando Os miragres que a Virgen Faz en Vila-Sirga»
También se pueden admirar en su interior el espléndido retablo de tablas castellanas y sepulcros policromados.
Para comer en Villalcázar ir al Mesón de Villasirga, junto a la Iglesia de Santa María y pedir el lechazo asado. En la pastelería del pueblo comprar los dulces típicos, amarguillos y almendrados.
Otra población a visitar es Frómista con templos de diversos estilos, sobre los que destaca la Iglesia de San Martín, fundada en el siglo XI y considerada uno de los monumentos del románico más importantes del mundo ya que reúne los elementos fundamentales del arte románico.